domingo, 18 de noviembre de 2007

LEAH HOROWITZ FRIEDBERG


Desde EE.UU. a Chile, ese fue el primer y gran cambio en la vida de la Leah. Su primer día de clases lo vivió en el colegio Maimonides, en el cual está hasta el día de hoy con sus compañeros de la niñez, y otros que se han ido integrando a través del tiempo.

La Leah cada día muestra su maravillosa forma de ser. Junto con toda la alegría que nos entrega también es un claro ejemplo para todos sus compañeros ya que este año se ha destacado por ser muy estudiosa y responsable. Desde muy pequeña ha tenido un fuerte lazo de amistad con Rachel G., con quien ha compartido y vivido momentos realmente incomparables.


El año pasado la Leah se fue por un mes lejos de su casa, para vivir una experiencia inolvidable, que hasta hoy nos cuenta, es por eso que decidió volver este año para reencontrarse con amigas que cultivó la primera vez que asistió al camp, y que no nos cabe duda que cada vez más irá reforzando los lazos de amistad que creó junto a ellas.


¡Te queremos mucho, gracias por ser un líder positivo, y por siempre brindarnos tu ayuda!.

Alias: Jelly, Jelly dudeli.
D.F: poder quedarse todo un año en camp.
F.P: Hablar extremadamente bien Ingles.

3 comentarios:

Maimonides School dijo...

Leah. Sentada en los últimos asientos, muy callada y con cara de expectativa. Te conocí hace cinco años. Aún tenías un acento gringo. Claro, a los diez años recibías a tu primera profesora de castellano. No fue fácil penetrar en tu corazón. El primer año te observé, te estudié, aprendí de ti. Eras una “presa” difícil. En quinto me decidí a atacar con pequeñas conversaciones, diálogos en torno a las lecturas (¡cómo devorabas libros!) y comentarios sobre este curso que la revolvía tanto. La misión de conocerte era ardua. Sexto fue crucial, te abriste al mundo y a las amistades más profundamente. Ya existía la confianza y entonces, con mi corazón acechante, di el gran salto. Resulté ser una cazadora cazada. Me atrapaste. Quedé enamorada de tu claridad mental y agudeza crítica, de tu simpatía y humor exquisitos. Hoy, cuando abandonas el nido de esta cazadora, veo que partes más comprometida con la humanidad y el mundo, más apasionada y vehemente con tus ideas, más mujer.

MORÁ CLAUDIA CONTRERAS M.

Maimonides School dijo...

Leah: Eres una excelente alumna, participativa al máximo y muy solidaria. En todo momento desde muy chica has mostrado ser una persona muy íntegra pero también muy inquieta. Como cuando te subías al closet o te colgabas de cuerdas y no había como bajarte. Eres incansable.Te deseo lo mejor.

Morá Paulina Hartwig (Educación Física)

Maimonides School dijo...

LEAH: Thank you for your interest and enthusiasm in class. I always knew I could count on you to have the answers and to be willing to share them. It has been terrific to see you grow into the part of Rabbi Yoselman (the title character! I can’t believe you didn’t tell your parents you are the title character!) and make it your own. You are blessed with many talents, thank you for sharing your acting, dancing and beautiful singing! I have also noticed your kindness and your willingness to help your classmates, which are qualities which will take you far in life.

Mora Debbie Waisbluth