miércoles, 21 de noviembre de 2007

Mensaje de moré Rubén González

En algunas culturas oceánicas cuando las personas menores atraviesan un umbral de la vida, les liman los dientes. Yo lo propuse pero nadie apoyó mi idea.
En otras culturas sub saharianas, los niños son enviados a cazar leones en plena soledad. Yo quise que eso pasara pero no encontré ningún león que no estuviera en un circo o en cautiverio zoológico.
Las niñas son obligadas a cruzar un río caudaloso en pleno invierno para culminar una parte de sus vidas en algunas tribus amazónicas. Pero me di cuenta que es primavera.
Ciertamente descarté la ceremonia de los Inuit, tribu nómada del ártico, que envía a sus jóvenes adolescentes a pescar con una línea de seda y un serrucho para hacer un circulo en medio del ártico y sobrevivir una semana de lo que puedan pescar, si es que pueden pescar algo a 32 grados celsius bajo cero. Pero en Santiago no hay peces salvo los que están en acuarios.

Así que en medio de la perplejidad, vagando en mis pensamientos, imaginé las simples cuestiones humanas que marcarán tu viaje futuro y en aquellas que dejarás atrás. Si no te vamos a limar los dientes, ni te vamos a enfrentar a los leones ni te vamos a empujar sobre el tremendo caudal de algún río, ni mucho menos empujarte a las infinitas llanuras del ártico, pensé que sería bueno un simple listado. Como cuando pasas revista a las cosas que echaste en la mochila de viaje y te preguntas si echaste o no el cepillo de dientes.

Así que,
Deja atrás el entrenamiento, porque ahora es en serio;
No cargues con la dependencia porque ahora es sólo tú (no es que vayas a estar sólo, es que al final del día, depende de ti);
No traigas tus pesadillas porque en realidad no es tan malo;
Deja en esa sala que en marzo va a ser más vieja y más chica, la violencia,
porque es mala compañía;
No te olvides de tus fotos, especialmente de las más viejas,
porque no vas a creer como has crecido.
Trae tu osito o tu peluche cualquiera que sea porque habrá noches en que lo vas a necesitar. Yo mismo lo cargo siempre, hay noches en que de verdad necesito dormir con él. (tu papá también lo necesita a veces)
Vente con tus amigos y amigas del curso, son todos y todas bienvenidas.
Moré Rubén

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