martes, 4 de diciembre de 2007

Mensaje de morá Patricia Paz

Muy Queridos Jóvenes y Jovencitas,

Lo primero que quiero expresarles es que este año ha sido muy especial para mí en muchos sentidos y que conocerlos a ustedes ha sido maravilloso. Cada uno… con su estilo único y personal, me ha dado la energía necesaria y las ganas suficientes de seguir en lo que más me gusta hacer, que es trabajar con niños y jóvenes. Si… aunque no lo crean, porque sé que lo ponen en duda… un profesor o profesora con vocación disfruta de cada instante dentro de la sala de clases. Cuando hay preguntas, discusiones, sorpresas, chistes, aprendizaje, incluso hasta cuando se portan mal o se les sale alguna palabrota (cosa que en nuestro curso “nunca” sucedió) o cuando por “accidente” se le sale una pata a la mesa del profesor y todos ponen cara de “yo no fui”. Haber sido su profesora fue un real placer. Verlos crecer y madurar ha sido hermoso.

Y como alguien que los quiere mucho y les desea lo mejor, no puedo dejar de darles un mensaje y consejo que considero muy importante para que sigan creciendo, madurando y haciéndose adultos.

Muchos jóvenes cometen el error de pensar que el crecer y madurar va de la mano de el ganar independencia. La dependencia se ve como característica de una persona débil. Si bien al crecer nos hacemos independientes en algunos aspectos, es importante tener claro que no aplica a todas las áreas de la vida. Para explicar mejor cual es mi mensaje, quiero citar una Mishná de Pirké Avot (Ética de Nuestros Padres), la Mishná 6 del primer capítulo que dice: “Hazte de un maestro; gánate un amigo; y juzga a cada hombre con benevolencia".

Esta Mishná nos enseña que un rabino o un maestro tiene como uno de sus principales roles orientar, guiar e inspirar a la persona en los distintos aspectos de su vida. Un amigo por su parte es un par, alguien como nosotros que entiende de dónde venimos, cómo crecimos y cuál es nuestro entorno. Luego la Mishná agrega que para hacerte de un maestro y ganarte a un amigo es indispensable que juzgues con benevolencia las acciones de tus semejantes.

Lo que más me inspira de esta Mishná es que nos enseña que pedir el consejo de los sabios y de los amigos es importante, no es signo de debilidad, sino que por el contrario un signo de madurez. Parte del crecer, es saber admitir, cuando necesitamos ayuda y consejo de otros.

Espero que BS´D tengan la bendición de crecer sanos y en buenos caminos y que tengan la sabiduría de identificar aquellos momentos en los que necesiten ayuda y sepan recurrir a maestros, rabinos, familiares y amigos que puedan orientarlos.

Todo lo mejor en la nueva etapa.
Los quiere mucho,

Morah Patty Paz
Profesora Jefe
Coordinadora de II Ciclo

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